En Julio leí mi primera novela del año (Mil veranos contigo), en Octubre mi primer relato. En ambos decidí intentarlo con autoras españolas. ¿Me echabáis de menos por aquí?
Título: Besos salados (2015).
Autora: Elena Castillo Castro
Páginas: 10.
Vero pasaba todo el año soñando con el verano, a pesar de que el verano significaba despedirse de Ruth. El verano era el momento más feliz del año para ella porque podía soñar con que ese año llegaría su príncipe azul, sería francés, sabría navegar en vela, y se acurrucarían en calas de ensueño. ¿Pero las fantasías se cumplirían?
Elena Castillo Castro para ayudar a la ciudad de Lorca participó en una obra solidaria llamada Veinte pétalos, su pequeño granito de arena fue Besos salados (también podréis leer a Leara Martell, María Jesús Juan, Lucía Lavado, la adorable Ana Iturgaiz, Isabel Keats, Susana Gallego Villalba, Adriana Andivia, Victoria Rodríguez, y Melanie Alexander). Me parece hermoso que todas estas autoras decidieran ayudar en tan sentida causa, siempre es bonito encontrar cuál es el origen de una obra y el corazón de esas autoras.
Conocí a Elena Castillo Castro en el RA 2015 donde me pareció una mujer con las ideas muy claras, que amaba la música por encima de todo, que llevaba la literatura como una bandera, por eso y por lo bien que me habían hablado de ella no me resistí a aventurarme a leer Mientras el corazón siga latiendo (reeditado como Cartas a Lara) y Besos salados. Con Mientras el corazón siga latiendo sufrí muchísimo, tanto que no me gustaron las decisiones de los personajes, y sé que eso no se entendió cuando lo reseñé (tampoco se entendió que tengo un gran problema para gestionar mis emociones y hay historias y personajes capaces de atormentarme y esos me atormentaron muchísimo y desear no volver a sentir nunca nada para no sufrir más, pero jamás pretendí herir a nadie con mis palabras pues la persona herida por lo que había vivido a través del libro era yo).
Con Besos salados recuerdo haber esperado en ese 2015, por ese título besucón y la parejita, que fuera la típica historia de amor contada en diez páginas, el pequeño sueño de amor de un verano de una niña. Este 2021 quería volver a compartir una historia, unos personajes en común con Vero. Pensé en Elena Castillo Castro y Besos salados porque ambas teníamos este relatito en nuestro kindle y podíamos compartir nuestras notas sin problema. Ella podía sentir la alegría de volver a reencontrarse con una autora que le había gustado en 2020 y yo podía reencontrarme con estos personajes después de seis años con una segunda mirada.
Besos salados es una pequeña obra que leí en los pequeños huecos del día, así que mientras Vero lo devoró en un instante (amo su reseña, nació de sus notas y nuestras conversaciones, es tan auténtica) me gustó comentar Besos salados con Vero porque siempre me hace sentir más cerca de ella, dentro de su mente (un regalo), yo escribí muchas más notas de kindle que ella (soy más parlanchina por escrito) pero ella envió más audios en nuestro grupo de whasapp, las dos nos sentíamos identificadas con la idea de que nos habría gustado encontrar una protagonista menos cría y una historia más adulta, donde poder vernos más reflejadas para que de verdad pudiéramos sentir que nos gustaba, también encontramos en este relato ese triste reflejo de la sociedad, que siempre está presionando a las mujeres para que asuman el rol que antes se nos había dado, sin darse cuenta de que los tiempos han cambiado.
- Narra únicamente nuestra protagonista, Vero.
Besos salados nos describe una adolescencia normotípica, se supone que a los 15 años es la edad de ser una cría, de soñar con el verano, de desear besos, de pensar que la vida es color de rosa, de dar importancia a las apariencias, los lujos, todo lo que es Vero, la protagonista en prototípica, pero no todas las chicas de 15 años han experimentado eso porque les han sucedido muchas cosas que no les han permitido seguir siendo unas niñas. Entiendo perfectamente que muchas otras niñas si han seguido esa pauta y ahí encaja Vero.
Espero que esta Vero que nos plantea el relato, alguna vez se dé cuenta de que es bonita independientemente de su ropa, de que no necesita a un chico a su lado para brillar y ser más feliz, de que no necesita sentir esa presión (a la que nos expone la sociedad) y dar pasos para los que no está preparada porque no deja de ser una niña, y como niña, pensar en bodas e hijos es algo que no debería ni plantearse, porque primero tiene ella que aprender a cuidarse y descubrir que quiere en su vida, explorar caminos, antes de saber si realmente quiere eso para lo que la sociedad (machista y patriarcal) siempre presiona a las mujeres (bodas e hijos).
Fabrice solo buscaba la compañía de unos niños que no le hicieran sentir solo, pero creo que se hubiera apartado de ellos si hubiera sabido lo que pensaban realmente de él. Nunca supe que él estaba enamorado de Edu. Es algo que no se puede saber porque nuestra única pista es verle sonreír cuando está con los chicos, sentir agusto con chicos no es señal de homosexualidad, sonreír a uno tampoco, entonces no es algo que podríamos haber adivinado. Edu estaba enamorado de Vero, tampoco es algo que adiviné, simplemente lo supe a mitad de relato porque releí lo que escribí en el pasado y entonces tuvieron sentido las conductas infantiles de Edu hacia Vero, los comentarios tontos de que él compartiría sus palomitas con la chica que le gusta, o como intentaba molestar a Vero y Fabrice.
Vero siempre espera ser algo más que amigos durante todo el verano, durante todo el relato, pero nunca se lo confiesa a Fabrice, siempre espera que sea él el que dé el paso, se desespera porque vé que no avanzan, que no salen de la frienzone y que se acabará el verano y no podrá ser su novia y por tanto con él se irá su sueño de bodas, hijos y París. Mi amiga Vero dijo que lo que Vero la protagonista quería era tener novio, y que le valía cualquier chico, se siente un poco así cuando sin gustarle Edu tiene una cita con él, yo siento que ella se presiona a si misma, se dice a si misma "como a Edu le gusto tengo que corresponderle", por eso acaban dándose besos salados que saben a palomitas. ¿No os parece el final más triste? Yo voto porque Vero y Edu ya no estarán juntos, pero esa es otra historia.
Me gustaría saber que inspiró a Elena Castillo Castro a crear este relato, a Elena le encanta ponerse en la piel de adolescentes, a darle forma a sus ideas, y sus mundos todavía tan frágiles, es fácil pensar que detrás de este relato de verdad se escondían esos niños que nos plantea la historia, unos niños que espero que cambien mucho.
Mayu.
Ya sabes la tristeza que me ha provocado que este libro no me gustara :/ x2 cuando es una historia que leo contigo y que espero que disfrutemos las dos al 100%... Me consuela pensar que nos quedan aun muchisimas mas historias por compartir juntas y que disfrutaremos <3
ResponderEliminarAdoro tu reseña, es super completa, concisa y realista, has sido prudente pero siempre siendo tu misma y diciendo lo que sentias <3 De verdad que una maravilla.
Sigue haciendonos soñar con tus reseñas.
Te quiero <3